馃摀 Notas de La Contrahistoria: Robespierre, el arquitecto del terror
Notas
P茅rdida de su mam谩 a temprana edad y despu茅s abandonado por su pap谩.
La infancia de Robespierre estuvo marcada por la tragedia. Su madre falleci贸 en 1764, cuando 茅l ten铆a solo seis a帽os, durante el parto de su quinto hijo. Poco despu茅s, su padre, devastado por el dolor, cay贸 en una profunda depresi贸n y abandon贸 a la familia para emigrar a Alemania, desapareciendo de la vida de sus hijos. Esta doble orfandad temprana forz贸 a Maximilien a una madurez prematura, moldeando su car谩cter para ser extremadamente serio, reservado e introvertido. Este trauma gener贸 en 茅l una inseguridad muy marcada y una "necesidad casi patol贸gica" de encontrar una estructura de autoridad fiable y justa. Su obsesi贸n por el orden y la justicia, influenciada por Rousseau, se proyectar铆a m谩s tarde en su ideal de la Rep煤blica de la Virtud, un intento de reconstruir a escala nacional la familia idealizada y ordenada que nunca tuvo.
Ten铆a mucha elocuencia y habilidad para dar discursos.
Desde muy joven, la brillantez intelectual de Robespierre fue evidente, especialmente en asignaturas como lat铆n y ret贸rica en el prestigioso colegio Luis el Grande de Par铆s, donde desarroll贸 una gran admiraci贸n por la Rep煤blica Romana y su elocuencia. Como abogado en Arras, su elocuencia y sagacidad se hicieron famosas, particularmente en el "caso del pararrayos" en 1783, donde defendi贸 la ciencia y la raz贸n contra la superstici贸n con un alegato "muy preciso, muy elocuente" que le vali贸 elogios en la prensa. Una vez en la Asamblea Nacional, a pesar de que sus discursos eran a menudo recibidos con escepticismo o burla por la mayor铆a moderada, estos "comenzaron a resonar con fuerza" en las tribunas p煤blicas y en los clubes pol铆ticos de Par铆s.
Comenz贸 hacerse famoso como abogado de uniones de trabajadores, redactando documentos en su ciudad natal de Arras.
Robespierre se forj贸 una muy buena reputaci贸n como abogado en Arras, destac谩ndose por su inclinaci贸n a "defender a los pobres y a los oprimidos" contra los poderosos, lo cual se alineaba con sus ideales ilustrados. Su compromiso con las ideas de la Ilustraci贸n y la pol铆tica real se demostr贸 cuando, al convocarse los Estados Generales, redact贸 el "Cuaderno de Quejas" (Cahier de Dol茅ances) para el gremio de los zapateros de Arras, un documento que reflejaba las preocupaciones econ贸micas de los artesanos y criticaba el tratado de libre comercio con Inglaterra.
Lleg贸 a Par铆s previo al inicio de la revoluci贸n francesa como un completo de desconocido.
Cuando Robespierre se traslad贸 a Versalles en 1789 como diputado por la provincia de Artois para los Estados Generales, era "un completo desconocido para la mayor parte" de los presentes. Sin embargo, su "fervor y la absoluta convicci贸n con la que hablaba" no tardaron en llamar la atenci贸n. Incluso el influyente conde de Mirabeau, uno de los oradores m谩s destacados de la asamblea, not贸 su intensidad y "le auguraba que iba a llegar muy lejos", reconociendo que "cre铆a en lo que dec铆a".
Lider贸 la creaci贸n de leyes ambiguas que ejecutaban a gente por ser parte de la oposici贸n de la rep煤blica. Estas personas eran capturadas y ejecutadas en la guillotina.
Con la proclamaci贸n de la Rep煤blica, Robespierre instig贸 la creaci贸n del Comit茅 de Salvaci贸n P煤blica. Este comit茅, con 茅l como figura preeminente, inaugur贸 el per铆odo conocido como el Terror, un sistema de gobierno organizado con un marco legal y una justificaci贸n filos贸fica que Robespierre se encarg贸 de dar. La "Ley de Sospechosos" (septiembre de 1793), por ejemplo, defin铆a a los sospechosos de manera tan vaga que "casi cualquiera pod铆a serlo", permitiendo detenciones arbitrarias e indiscriminadas. 脡l justific贸 el Terror en su discurso "Sobre los principios de la moral pol铆tica" (5 de febrero de 1794), donde argument贸 que "el resorte del gobierno en revoluci贸n es a la vez la virtud y el terror", describiendo el terror como "la justicia pronta, severa, inflexible". M谩s tarde, la "Ley del 22 de Pradial" (10 de junio de 1794) intensific贸 el Terror al simplificar dr谩sticamente los procedimientos del Tribunal Revolucionario, suprimiendo interrogatorios previos, eliminando el derecho a tener abogados defensores y limitando el veredicto a solo dos opciones: absoluci贸n o muerte, con una definici贸n tan amplia de "enemigos del pueblo" que casi cualquier cr铆tica era punible con la pena capital. Esto condujo a un aumento dr谩stico de ejecuciones, conocido como el Gran Terror.
Cometi贸 un error grave al final de su vida, donde se alej贸 de la vida pol铆tica por 1 mes, y despu茅s al volver coment贸 de que se estaba organizando un complot por los diputados. No le creyeron y lo ejecutaron.
Sinti茅ndose acorralado y posiblemente sufriendo un colapso nervioso, Robespierre cometi贸 un "error t谩ctico fatal" al retirarse de la vida p煤blica por m谩s de un mes (desde mediados de junio hasta finales de julio de 1794). Esta ausencia permiti贸 a sus enemigos, temerosos de ser las pr贸ximas v铆ctimas de la purga, conspirar libremente y tejer alianzas. Cuando reapareci贸 el 24 de julio de 1794 (8 de Termidor) para pronunciar su 煤ltimo discurso, este fue "lleno de autocompasi贸n y amenazas veladas", denunciando la existencia de una "liga de bribones" que conspiraba contra la Rep煤blica desde dentro de los comit茅s y la Convenci贸n. Sin embargo, se neg贸 a dar nombres, lo que sembr贸 el p谩nico y "convirti贸 a toda la convenci贸n en sospechosa", uniendo a los diputados contra 茅l en un "pacto de supervivencia". Al d铆a siguiente, 27 de julio (9 de Termidor), su voz fue ahogada por abucheos y gritos de "隆Abajo el tirano! 隆A la guillotina!". Fue arrestado y, aunque la Comuna de Par铆s intent贸 una insurrecci贸n fallida para liberarlo, la Convenci贸n lo declar贸 "fuera de la ley", permitiendo su ejecuci贸n sumaria sin necesidad de juicio. Fue guillotinado en la Plaza de la Revoluci贸n junto con sus partidarios, y la multitud, antes temerosa, estall贸 en aplausos que duraron varios minutos.
Discusi贸n de miembros